ORACIONES DE LA MAÑANA
Veni Creator
VEN, ESPÍRITU CREADOR,
visita nuestras almas
y llena con la gracia divina
los corazones que Tú creaste.
Eres el Paráclito,
el don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, amor
y espiritual unción.
Autor de los siete dones,
dedo de la diestra paterna,
fiel promesa del Padre
que enriquece nuestra palabra.
Ilumina los sentidos,
infunde amor en los corazones
y conforta sin cesar
nuestra fragilidad.
Ahuyenta al enemigo,
danos pronto la paz,
contigo como guía
evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre
y también al Hijo,
y confiemos siempre en Ti,
Espíritu de ambos.
Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó
y al Espíritu Paráclito
por todos los siglos. Amén.
V. Envía tu Espíritu y todo será creado
(T.P. Aleluya)
R. Y renovarás la faz de la tierra
(T.P. Aleluya)
Oremos. Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haz que seamos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén
Examen de previsión
Angelus
V. El Ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió del Espíritu Santo.
Dios te salve María,...
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve María,...
V. El Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve María,...
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oremos. Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que nosotros, que por el anuncio del Angel conocimos la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de la resurrección. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
SANTÍSIMA TRINIDAD. Padre, Hijo y Espíritu Santo, creemos y esperamos en ti; te amamos y te pedimos la gracia de vivir en unión íntima y constante contigo.
PADRE CELESTIAL. Por tu gran misericordia enviaste a Jesucristo, tu Hijo, y nos revelaste el designio de salvación que Él consumó en la cruz. Nos proponemos incorporarnos fielmente a Él, para tu mayor gloria, sobre todo recibiendo con amor las cruces que dignes enviarnos.
JESÚS, Sacerdote eterno, Hostia inmaculada, ayúdanos a transformarnos en ti, haciendo como Tú la voluntad del Padre con obediencia perfecta y humildad de corazón.
ESPÍRITU SANTO, ilumínanos e infunde en nosotros el amor de Dios. Para vivir nuestra consagración a ti, seremos dóciles a tus inspiraciones y trabajaremos para que las almas te conozcan y te amen.
MARÍA, Madre de Jesús y Madre nuestra, queremos meditar y compartir tus dolores, especialmente los que padeciste en favor de la Iglesia después de la ascensión de tu Hijo. En tu presencia renovamos nuestros votos religiosos; alcánzanos las gracias que necesitamos para guardarlos fielmente y bendice a los que pertenecemos a la Familia de la Cruz.
V. San José, esposo de María.
R. Protege a nuestra Congregación, y pide para nosotros la gracia de perseverar en ella y morir santamente.
V. Santos ángeles Custodios.
R. Guiadnos para que seamos verdaderos Misioneros del Espíritu Santo.
V. Por los sacerdotes.
R. Señor, llénalos de fe y de caridad apostólica.
V. La mies es mucha, pero los obreros pocos.
R. Envía, Señor, obreros a tu mies.
V. Por el Padre General y nuestros superiores.
R. Pastor Eterno, asístelos para que, dóciles a tu voluntad, conduzcan con espíritu de caridad a sus hermanos, ayudándolos a corresponder fielmente a su vocación.
Ofrecimiento del Verbo Encarnado
Padre Santo, por las manos de María te ofrecemos como víctima al Verbo Encarnado, en quien tienes tu complacencia. Impulsados por la caridad que el Espíritu Santo ha derramado en nuestros corazones, nos ofrecemos constantemente en su unión como hostias vivas y nos sacrificaremos por tu amor en las ocasiones que se nos presenten, implorando gracias para el mundo y la Iglesia, especialmente para los sacerdotes. ¡Jesús, Salvador de los hombres, sálvalos!